Cada familia tiene su propia dificultad. Una mujer se quejó de que sus padres favorecían a sus hijos varones, mientras que ella, como hija, tenía que realizar las tareas más difíciles desde pequeña. Sin embargo, sus hermanos disfrutaban de todos los privilegios. Con el tiempo, sus hermanas y ella decidieron dejar el hogar familiar y solo ella se quedó con sus padres. Pero su padre falleció y en el funeral, su madre la abofeteó. Esta fue la gota que colmó el vaso y tomó la decisión de cortar todo vínculo con su madre.
Ser la única hija y vivir bajo el sesgo de género de sus padres fue una lucha constante para esta mujer. Desde pequeña, se le exigía hacer las tareas más pesadas y difíciles, mientras que a sus hermanos se les permitía jugar y descansar. Siendo la única hija que se quedó con sus padres, ella tuvo que soportar el peso de la responsabilidad y el trato injusto de sus padres.
Sin embargo, a pesar de todas las dificultades, esta mujer logró superarlas y convertirse en una persona fuerte y decidida. Para ella, la educación fue la clave para enfrentar las injusticias y alcanzar sus metas. Con la ayuda de sus hermanas, logró obtener una beca para estudiar en la universidad. A pesar de la oposición de sus padres, ella se mantuvo firme en su decisión y asistió a la universidad.
Durante sus años en la universidad, esta mujer encontró un nuevo propósito en la vida. Se dio cuenta de que su situación no era única y que muchas mujeres enfrentaban las mismas dificultades en sus hogares. Decidió convertirse en defensora de los derechos de las mujeres y luchar por la igualdad de género en su comunidad.
Pero su lucha no terminó ahí. A pesar de su dedicación y esfuerzo, su madre seguía tratándola con desprecio y discriminación. Incluso en el funeral de su padre, su madre no pudo dejar de lado su prejuicio y la abofeteó delante de todos. Esta fue la gota que colmó el vaso y finalmente decidió cortar todos los lazos con su madre.
Aunque fue una decisión difícil y dolorosa, esta mujer encontró la paz y la libertad al liberarse del peso de la opresión de género en su familia. Se dio cuenta de que su verdadera familia eran sus hermanas y las mujeres que luchaban a su lado por la igualdad de género.
Hoy en día, esta mujer es una activista y líder en su comunidad, luchando por los derechos de las mujeres y empoderando a otras mujeres a alzar su voz y luchar contra la discriminación de género. Su historia es un ejemplo de fortaleza y determinación en medio de la adversidad. Aunque su familia fue una fuente de dolor y sufrimiento, ella encontró su verdadera familia en su lucha por la igualdad.